Una y otra vez me sorprende cuánta gente culta no entiende las relaciones físicas y económicas más simples, las ignora o incluso las niega.
Consecuencias negativas de una energía cara
Por ejemplo, las consecuencias negativas que una energía cara tiene para una nación industrial.
Si el precio de la energía en un país es significativamente más alto que en otros países productores, entonces los costes de producción en ese país aumentan tanto que sus bienes de exportación se vuelven tan caros que dejan de ser competitivos a nivel mundial.
Dos alternativas básicas
Por lo tanto, las empresas de este país sólo tienen dos alternativas básicas:
- o se declaran en quiebra
- o trasladan sus instalaciones de producción al extranjero.
Ambas debilitan al país y conducen a una espiral descendente continua.
Una espiral descendente
Con la creciente desindustrialización, los ingresos fiscales disminuyen, al Estado le queda cada vez menos dinero para educación, servicios sociales y sanitarios, el país se empobrece.
Los trabajadores cualificados, inteligentes y bien formados se marchan porque ven mejores perspectivas en el extranjero, lo que debilita aún más la localización nacional.
No hay prosperidad sin energía barata
La energía barata y siempre disponible en cantidad suficiente es literalmente el combustible para cualquier tipo de prosperidad, progreso y paz social de una economía. Por eso la situación actual es tan precaria.